Una masiva interrupción tecnológica ha afectado a negocios e instituciones en múltiples países, sumiendo a aeropuertos, aerolíneas, compañías ferroviarias, servicios gubernamentales, bancos, bolsas de valores, supermercados, telecomunicaciones, sistemas de salud y medios de comunicación en el caos.
La causa de esta disrupción fue una actualización de un producto de la firma de ciberseguridad CrowdStrike, que provocó el fallo de las máquinas con el sistema operativo Microsoft Windows.
Desde Londres, Jonah Hull de Al Jazeera informó: “Parece que CrowdStrike tuvo algún tipo de actualización obligatoria de su software que salió terriblemente mal”.
La empresa informó que el problema estaba relacionado con su producto Falcon sensor, con ingenieros identificando un “problema de despliegue de contenido”, explicó Hull.
“Básicamente sucede mientras estás frente a tu terminal. Si tu terminal es una terminal de Microsoft Windows, de repente se muestra una pantalla azul en blanco. Se llama el error ‘pantalla azul de la muerte’. Quedas bloqueado fuera de tu sistema operativo”, detalló Hull.
El CEO de CrowdStrike, George Kurtz, declaró el viernes que el problema no fue un “incidente de seguridad o ciberataque”.
“Entendemos la gravedad de la situación y lamentamos profundamente las molestias y la interrupción. Estamos trabajando con todos los clientes afectados para asegurar que los sistemas vuelvan a funcionar y puedan ofrecer los servicios que sus clientes esperan”, escribió en X. “Como se señaló anteriormente, se ha identificado el problema y se ha implementado una solución”.
Microsoft confirmó el viernes que la “causa subyacente” del apagón global había sido “resuelta”, pero el “impacto residual” seguía afectando a algunas aplicaciones y servicios de Office 365.
Las interrupciones se propagaron ampliamente, forzando a algunos medios de comunicación a salir del aire y dejando a los clientes sin acceso a servicios como la atención médica o bancaria. Los sistemas de transporte en todo el mundo fueron de los más afectados.